Conocido como el califa rojo, el histórico dirigente de Izquierda Unida, Julio Anguita fallecía hoy a las 11 de la mañana. Su corazón no pudo sobreponerse del paro cardíaco que lo llevó a estar ingresado en estado crítica en la UCI durante una semana.
Con un carisma que le propició filias y fobias por igual, Julio Anguita supo granjearse la simpatía de todo aquel que lo trataba de cerca. Retirado de la vida pública desde 1999, su delicado corazón ya le había dado dos avisos en los últimos años.
El pasado 4 de mayo se pudo ver su última intervención pública, en un vídeo del Colectivo Prometeo al que sumó su nombre. En sus manifestaciones dio muestra de su talante dialogante: «En estos momentos de crispación, hace falta serenidad, reflexión y sopesar razones. De cómo salgamos hoy, va a ser el mañana».
En 2003, la pérdida de su hijo, el periodista Julio Anguita Parado en el conflicto de Irak, supuso un duro golpe. Su Córdoba natal, fue su refugio en los últimos tiempos hasta que hoy ha partido para siempre. El coordinador federal de IU, Alberto Garzón, ha sido uno de los más afectados por la pérdida del que ha calificado como «el más grande».
Su familia ha querido agradecer las muestras de apoyo recibidas durante todos estos días. DEP