El uso de las mascarillas va camino de convertirse en una costumbre en nuestro país, aún a pesar de que los datos de infectados siguen bajando cada día. La llamada nueva normalidad contempla su uso de forma obligatoria con multas de por medio para quien no la lleve puesta en los lugares públicos cerrados.
No se ha fijado plazo para dejar de usarlas, estableciéndose una posible sanción de 100€ para quien no cumpla la norma. A pesar de que a partir del martes las CCAA serán las que establezcan las directrices en su territorio, el gobierno si pretende regular con claridad el uso de la mascarilla en espacios en los que no se pueda mantener la distancia de seguridad.