Los epidemiólogos lo tienen claro, el humo exhalado por un fumador puede contener gotas de agua con virus SARS-CoV-2, aumentando potencialmente el riesgo de contagio a quienes estén cerca.
Por este motivo se ha lanzado una recomendación que pide no fumar en la playa o en las terrazas de restaurantes y playas. Desde el Grupo de Trabajo de tabaquismo de la SEE, propone que se amplien los espacios sin humo con el fin de evitar que la epidemia se propague entre fumadores y no fumadores.
En el caso de las terrazas el riesgo aumenta cuando están cubiertas; la normativa impone que cuando están cubiertas por dos o más cerramientos está prohibido fumar en ella. Algo que se incumplen de forma sistemática los locales de hostelería en general.