En los últimos años algunos productos bancarios han vivido bajo la sombra de la duda sobre su legalidad. Los clientes han hecho valer sus derechos frente a las actuaciones abusivas de las entidades bancarias en productos como las preferentes o las llamadas «cláusulas suelo» de las hipotecas. En los últimos tiempos diversos han sido los conceptos que han salido a la luz, cuestionando la legalidad de los mismos. Las tarjetas revolving o las hipotecas con índice de referencia IRPH son fuente de conflicto para clientes que las contrataron aconsejados por los trabajadores de la entidad, sin saber cuales serían las consecuencias de ello.
Vamos a explicar de forma sencilla en que consisten las hipotecas con índice de referencia IRPH. Toda el que tiene una hipoteca sabe que para el cálculo de los intereses aplicables a la misma se deben tomar como referencia ciertos valores. El más conocido es el Euribor, fijado por el Banco Central Europeo, ha sufrido desde 2008 un descenso muy significativo, abaratando los costes de aquellos clientes que habían contratado en su día una hipoteca a interés variable.
El IRPH, tiene en cuenta el tipo medio de los préstamos hipotecarios concedidos por las entidades de crédito españolas a plazo superior a los tres años. Es un índice que desde que se estableció ha demostrado ser más perjudicial que las hipotecas contratadas con índice Euribor (referencia interbancaria a un año)
A día de hoy no hay entidades en España que ofrezcan préstamos hipotecarios a tipo variable con este índice de referencia. Los clientes que en su día lo hicieron (en 2008 era muy común que las entidades lo recomendaran) están hoy reclamando ante los tribunales el dinero que consideran han pagado de más durante muchos años.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea dio en su día la razón a los consumidores de hipotecas IRPH; los Juzgados de Primera Instancia y las Audiencias Provinciales siguen sin tener unanimidad a la hora de dictar sus resoluciones al respecto por eso es importante asegurarse los servicios de un buen profesional si queremos hacer una reclamación vinculada con estos productos.
Reclamar tarjetas revolving se ha convertido en una realidad para los clientes que se han sentido engañados por los intereses tan altos que generan estos productos. Los consumidores deben pagar una cuota mensual en la que los intereses superan con diferencia el importe que se destina a amortizar la deuda. Unas cuantías que desde las distintas asociaciones de consumidores no han dudado en tildar de abusivas. La justicia ya ha dado la razón a quienes han reclamado, al conseguir que anulen los contratos firmados.. La jurisprudencia del Tribunal Supremo, ha avalado estas anulaciones, momento en el cual los que las han contratado tan solo están obligados a devolver el importe del dinero prestado.
Hacer una reclamación ante los tribunales, se ha convertido en la única forma de no eternizarse pagando unos intereses que no cesan.