Fortnite lleva dando guerra desde el 2017 con más de 8 millones de jugadores al mismo tiempo peleándose por sobrevivir y acabar con todo lo que se mueve.
Todo un éxito no solo en número de jugadores, si no también en beneficios para su creadora Epic Games. La compañía ganó el año pasado unos 3000 millones de dólares cobrando principalmente por las ayudas en Fornite, siguiendo este 2019 con la misma tendencia de beneficios.
Todo empezó en 2011 cuando Epic Games anunció que estaba trabajando en este juego. Seis años después fue lanzado pero estuvo cerca de archivarse en un cajón y no salir a la luz. Todo fue por Rod Fergusson, jefe de producción, que hasta el 2012 trabajó en Epic Games que acaba de dar a conocer que si hubiese seguido trabajando en la compañía hubiese cancelado el juego por culpa de los grandes desafíos internos que requería su creación.
Al final Fergusson dejó la compañía en 2012 y el proyecto continuó su desarrollo. Tal y como ha dicho el, si hubiera seguido trabajando en Epic Games posiblemente hoy Fortnite no existiría y se hubiera cancelado.
Sin duda unas declaraciones muy valientes por parte de Rod Fergusson que ha sabido reconocer lo que pudo haber sido un gran error.