La reforma de la Plaza de Abastos sigue dando quebraderos de cabeza al actual grupo de gobierno en el Ayuntamiento de Ourense. Una obra que en su mayor parte se financia con una subvención del gobierno central y que si nada lo impide tendrá que ser devuelta por no cumplirse los plazos de ejecución de la misma.
Pérez Jácome explicaba hoy mismo que los retrasos habidos en dicha obra venían de la tardanza en licitar las obras en el gobierno de Jesús Vázquez ya que la subvención fue concedida en diciembre de 2015 y no fue hasta 2018 cuando se licitó; finalmente, explica, la obra se adjudicaba en noviembre de 2019.
Según Jácome durante este periodo de tiempo y mientras DO estaba en la oposición avisó del posible «regalo envenenado» que suponía esta subvención, al no poder garantizarse el cumplimiento de los plazos de ejecución exigidos. Por este motivo y tras conseguir en las elecciones el bastón de mando de la ciudad, Jácome se reunió personalmente con responsables del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana quienes les garantizaron la disposición del Ministerio para seguir adelante con el proyecto y la subvención comprometida.
En el 2019, continúa aclarando, se iniciaron las obras aunque la pandemia y la «okupación» del inmueble paralizaron durante semanas las obras en curso. A pesar de que las obras continuaron, dice Jácome «o atraso acumulado foi materialmente imposible seguir executando de forma completa a parte da subvención correspondente a 2020»
El regidor ourensano señala que, así las cosas desde el actual grupo de gobierno municipal se hará todo lo posible para evitar la pérdida de dicha subvención, interponiendo la correspondiente impugnación ante los tribunales; la Asesoría Jurídica del Concello, informa, ya está trabajando en la elaboración de un informe que deberá ser aprobado en la Junta de Gobierno Local.
En el caso de que los tribunales ratifiquen la pérdida de la subvención, el Ayuntamiento ourensano además de tener que devolver el primer plazo de la subvención (1.435.265,66€), tendría que sufragar la totalidad de los costes de la obra con cargo en su totalidad a las arcas municipales.