Más de 2.000 árboles han sido ya plantados por el Concello de Verín, desde que en 2015 diera comienzo su Plan de Humanización del núcleo urbano. La creación de un «gran pulmón verde» situado en Fontenova o las labores de mejora y conservación de la vegetación en las riberas del Támega, forman parte de las actuaciones que todavía a día de hoy, se siguen llevando a cabo.
El objetivo de este plan es mantener una calidad del aire adecuada, mejorando con ella el bienestar de los vecinos y vecinas de la localidad. Según informan desde el Concello, un árbol maduro puede llegar a absorber hasta 150 kg de gases contaminantes cada año, siendo las hojas y la corteza como una especie de filtro en donde quedan atrapados el humo y la suciedad.
Los frutos de estas actuaciones ya comienzan a verse, con calles pobladas de árboles que además de aportar calidad de vida a los vecinos, dan un aspecto más saludable y amable a la localidad.