Esta pasada madrugada, la familia de un pescador de 60 años de Lalín, daba la voz de alarma después de que no regresara a casa, tras salir a pescar el domingo. Había salido a primera hora de la mañana y lo habitual era que ya estuviera de vuelta a mediodía para comer.
A primera hora de la mañana su cuerpo era encontrado sin vida en las inmediaciones de la depuradora de Reza, flotando en el Río Miño.
A la espera de que se le realice la autopsia, se desconocen de momento las causas del terrible suceso; los primeros indicios parecen apuntar a que no falleció de forma violenta. Se trabaja en la hipótesis de que pudiera haber sufrido un paro cardíaco, un problema de salud o incluso un accidente.