Alberto Fornos, natural de Beariz, fallecía esta mañana tras recibir dos tiros en la puerta de su hotel. Dedicado a los negocios hosteleros, el empresario tenía 42 años y una hija. Su propia mujer fue la encargada de reconocer el cadáver tras el tiroteo.
Un individuo de ropa oscura, se acercó a él y le dio sendos disparos en el pecho y en la cabeza. A pesar de que la huida la hizo a pie, todavía no ha podido ser detenido. Todo apunta a que el hostelero gallego ya había recibido amenazas en otras ocasiones.