Ya dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Buena fe de ello, ha dado un ciudadano portugués que la semana pasada era interceptado por una patrulla de la Guardia Civil de tráfico en Verín tras detectar que realizaba maniobras sospechosas de estar el conductor bajo sustancias prohibidas.
Tras darle el alto y ser sometido a una prueba de alcohol, el conductor dio positivo por consumo de alcohol por lo que su vehículo fue inmovilizado al momento. Fue la empresa para la que trabaja, la que se hizo cargo del vehículo, al ser avisada.
Esa misma tarde, con cuatro horas de diferencia, en la localidad de Trasmirás, otra patrulla detenía al conductor de un vehículo en un control de tráfico. La sorpresa llegó cuando comprobaron que el mismo vehículo había sido inmovilizado por la mañana. Tras identificar al conductor, comprobaron que también era el mismo que manejaba la furgoneta por la mañana; al realizarle nuevamente la prueba de alcoholemia volvió a dar positivo, esta vez con una tasa de alcohol en sangre menor.
Una conducta totalmente reprochable cuando se hace una sola vez, si se hace dos veces en el mismo día ya se merece un calificativo mucho más severo que reprochable.