Los juzgados ourensanos eran testigos estas semanas del juicio que enfrentaba a un hombre y a su esposa, que lo había acusado de grabarla en situaciones íntimas en el cuarto de baño de su residencia usando una cámara oculta.
Los hechos que habían sucedido, según la mujer, en dos fechas diferentes, fueron objeto de denuncia por parte de ésta con motivo de la segunda ocasión en la que sucedieron.
Finalmente el juez aunque ha considerado como probados los hechos, ha absuelto al hombre, al entender que no ha resultado probado que ella no hubiese dado consentimiento para haber sido grabada. Algo determinante para rechazar la pretensión de la fiscalía que solicitaba 3 años de cárcel para el hombre por un delito de vulneración de intimidad y descubrimiento de secretos.