A pesar de que son pocos los establecimientos que permanecen abiertos en la ciudad, los cacos parece que no tiran la toalla para tratar de hacerse con un botín. Esto fue lo que debió de pensar un individuo de la ciudad que en menos de 24 horas entró a robar dos veces en el mismo establecimiento.
En ambos casos, usó un cuchillo para intimidar a la dependienta al tiempo que le pedía los billetes que tenía en la caja. En la segunda ocasión logró hacerse con poco más de 30 Euros.
La dependienta solicitó la ayuda de miembros de la Brilat que patrullaban la ciudad, quienes localizaron a un sujeto que atendía a la descripción dada por la empleada. En el momento de la detención, el sujeto portaba un cuchillo y 35 Euros en efectivo.
Después de su identificación fue conducido hasta dependencias policiales, donde se le imputaron dos delitos de robo.