Hace unos días aparecía colocado en el comienzo de la Calle del Paseo, a la altura del edificio del INSS, una plataforma publicitaria con forma de cubo que informa sobre la importancia de reciclar las latas: «Por cada 6 latas que reciclas contrarestas 10 minutos de … «y aparece un coche echando humo. De color amarilla y de grandes dimensiones no tardó en ganarse el calificativo de «momotreto» por parte de algunos viandantes que consideran exagerada la colocación de este elemento arquitectónico en la acera.
Tampoco se escapó del ojo crítico del viandante la falta de ortografía que tiene y es que a pesar de ser lo suficientemente grande para recoger bastantes letras, se han comido una de las R de la palabra contrarrestar.
Más allá del impacto visual, son muchos los que critican la instalación de un elemento físico que supone una barrera arquitectónica más para las personas con problemas de movilidad o de visión.
El efecto publicitario desde luego, ya lo tiene: a las pocas horas de colocarse las redes sociales se inundaron de imágenes que más que reflexionar sobre el mensaje que traslada, lo hacían sobre sus llamativas dimensiones.
¿Campaña de publicidad necesaria o despropósito urbanístico? La polémica está servida, de momento es innegable que ya ha tenido un primer efecto: que se hable de él.