Tiempos difíciles los que corren por los despachos del consistorio ourensano. Democracia Ourensana que en otro momento parecía, una pandilla de colegas bien avenida, ha acabado convirtiéndose en un circo romano. Con acusaciones por parte de unos, desmentidos por parte de otros, arrepentimientos de última hora, y escrito presentado a la fiscalía de por medio, da la sensación de que hay algún protagonista que todavía no ha salido a escena. O quizás más que protagonista, ¿es el director que permanece en la sombra moviendo los hilos que manejan a los actores?
Los que en otros momentos compartían tertulias televisivas con el ahora alcalde, dicen que no hay quien trabaje con él. Que le gusta mandar demasiado, alegan como justificación para su tremendo enfado. Él, por su parte les responde en las redes sociales que si no están a gusto: que se vayan. Con las redes sociales de por medio, no me dirán ustedes que esto no es una discusión de adolescentes en toda regla. Tenemos al líder de la pandilla, al abogado intelectual que iba de colega pero que ahora dice que tampoco era para tanto, al bohemio «pachorrón» que desde hace tiempo apuntaba sus flechas del amor en otras direcciones y al cantante que de momento nadie le ha escuchado entonar ni una sola letra, suponemos que estará afinando la voz para su nuevo cargo.
Y en medio de todo esto está el líder de los socialistas ourensanos, que abre la boca para cabreo de sus compañeros de filas, porque dicen que ha dicho algo que no quedaron en decir. Atónitos asisten a sus primeras palabras es las escaleras del consistorio para acto seguido firmar un escrito que deje patente su cabreo. Rápido de reflejos su jefe les dice que se ha explicado mal, que al enemigo ni agua.
Después están los del BNG, tranquilos ellos, a la expectativa de lo que se avecina, para rematar la faena diciendo eso de :»Xa o víñamos dicindo nos»
El líder de Ciudadanos presume de saber muchas cosas, saca pecho y afirma que esto es la punta del Iceberg. ¿Qué hace que no lo cuenta delante de un juez y lo hace delante de unos micrófonos? Igual estaría bien que nos enteráramos todos.
Qué quieren que les diga, que esto parece un vodevil: el que dice que sabe, no lo cuenta; los que deciden contarlo lo hacen a cuentagotas; el que debe saberlo da explicaciones en las redes sociales y al final los ciudadanos ya no sabemos ni si lo que cuentan es cierto o el guión de una película de mal gusto.
Lo que está claro es que aquí algo huele a chamusquina, cuando salen todos en tromba haciéndose los sorprendidos sobre algo que era un secreto a voces. ¿Por qué será, porque la unión hace la fuerza o por eso de que si somos muchos los que lo decimos malo será que no se fijen en mi?
Veremos que nos depara la nueva semana en cuanto a este asunto se refiere, estoy por apostar que el director de esta trama tomará las riendas del asunto convirtiéndose en protagonista y héroe final.
Y a todo esto yo me pregunto ¿Serán estos los políticos que merecemos? Tal vez sí e igual nos conviene hacérnoslo mirar.
Arturo F.