La escultura de bronce «O Home da Rabeda» de Xosé Cid vuelve a lucir en el Parque Miño, de donde fue robada el pasado mes de abril. Por fortuna tras llevarla de su emplazamiento original, los vándalos la dejaron tirada a escasos metros tras producirle numerosos daños como golpes, rozaduras, la rotura del sistema de amarre a la base de piedra o numerosos cortes.
El propio autor de la obra la tuvo en su taller, en donde la sometió a una limpieza completa tras la cual le aplicó una pátina de protección; en cada pie se le han colocado además, dos espigos para sujetarla.
Nada se sabe de momento de la obra de Arturo Baltar, «Serea aleitando o seu fillo», que también fue robada el pasado mes de abril; la obra «Maternidade» de Manuel Buciños está siendo restaurada por el artista tras aparecer arrancada de su soporte.
No es la primera vez que las obras escultóricas del Parque Miño, al igual que otras repartidas por las calles de la ciudad sufren la acción de los incívicos. Es habitual ver en ellas pintadas o daños producidos por la manipulación de las mismas. Recientemente la vaca situada en la Plaza de Paz Nóvoa tuvo que ser retirada para ser reparada. Las inclemencias del tiempo y su continuo maltrato por los visitantes de la plaza, que no dudan incluso en subirse a ella, acabaron provocando daños en la misma.