Hace ya más de un mes que las obras de reforma de la Plaza de Abastos han comenzado; a pesar de esto los okupas que se instalaron en la zona tras el cierre del edificio principal y de los puestos aledaños siguen viviendo allí.
El Ayuntamiento ha decidido poner fin a la situación para que las obras puedan continuar; por ese motivo ha dado a los okupas un plazo de ocho días para que desalojen la zona. Si no lo hacen voluntariamente, serán desalojados por la fuerza.
No es la primera vez que los comerciantes de la plaza se quejan de la presencia de estas personas, por actitudes poco cívicas y en ocasiones violentas.
Por su parte los «sin techo», alegan que no hacen daño a nadie y que no tiene otro lugar donde vivir.