La crecida del cauce del Río Miño a su paso por Oira ha provocado que las piscinas municipales queden prácticamente cubiertas. No es la primera vez que esta imagen se produce, aunque resulta increíble pensar que hace casi dos meses la provincia sufría una de las sequías más graves de los últimos tiempos.
Contrastes que nos ofrece la naturaleza, que cada vez comienzan a ser más frecuentes.