Las residencias ourensanas han quedado libre de coronavirus; tendríamos que remontarnos al mes de agosto para ver un registro igual al notificado ayer desde el Sergas. Fue ayer cuando se notificó el alta del último usuario que quedaba en la provincia de Ourense contagiado, un residente de la residencia Santa Mariña de Xinzo.
Con trabajadores y residentes vacunados, los centros van tratando de volver a la normalidad; una normalidad que permite las salidas durante dos días a la semana, lo que supone un soplo de aire fresco para quienes han visto de cerca la peor cara de la COVID.
Con la tercera ola en remisión, los centros gallegos van ganando el pulso a la pandemia; a día de hoy solo se registran positivos en la residencia Coviastec de Silleda con 11 usuarios y 1 trabajador positivos; en la Residencia de Oleiros, el otro centro gallego donde el virus sigue presente hay un trabajador infectado.
Los centros de discapacidad fueron los primeros tras la vacunación en dejar atrás los brotes de coronavirus.
Y mientras todo esto sucede la tan ansiada inmunidad que habrá de propiciar la vacunación se desdibuja con las dosis de las vacunas llegando a cuentagotas a España. La portavoz del BNG, Ana Pontón, le pedía ayer al conselleiro de Sanidad Julio Comesaña, que reconociese la realidad y no contribuya a que la gente tenga «falsas esperanzas» de lograr el 70% de inmunidad en verano.
