Días especialmente «movidos» los que están teniendo en la localidad ourensana de Laza. Y es que la actividad sísmica está siendo especialmente intensa en los últimos días y el de ayer, sábado no quiso ser una excepción.
De nuevo de madrugada comenzaron a sentirse de nuevo ligeros seísmos, concretamente en torno a las dos de la madrugada cuatro temblores entre 1,6 grados y 2,2 grados de intensidad interrumpían el sueño de los vecinos y vecinas más sensibles a este fenómeno. Algunos ya dicen estar acostumbrados, otros en cambio indican que el estado de alerta en el que se encuentran les impide conciliar el sueño estos días.
Durante la tarde, de nuevo volvió a temblar la tierra con un seísmo que en torno a las 16 horas alcanzaba una intensidad de 1,9 grados; similar magnitud a la que alcanzaba el seísmo que se repetía casi una hora después. Cerca de las cinco de la tarde la tierra volvía a alcanzar una intensidad de 3,4 grados, el mayor registrado a lo largo del día. El último se produjo en torno a las 17:30, esta vez ya con una intensidad menor, concretamente 2 grados.