Los incendios de este verano se han cebado especialmente con la provincia de Ourense. Durante el día de ayer, volvían a desatarse las llamas en Viana do Bolo, que finalmente conseguían ser controladas tras arrasar más de 50 hectáreas. De la totalidad de la superficie gallega quemada en lo que va de verano, el 89%, está en territorio ourensano.
Tras más de 6 días activo, el incendio de Cualedro dejaba un terrible escenario en las más de 1530 hectáreas quemadas. La mayor extensión de territorio arrasada en un incendio gallego desde 2017. Bosques, animales, colmenas y terrenos de labranza de los que tan solo quedan cenizas y la impotencia de todos aquellos que luchan contra esta lacra año tras año.
Por el momento la responsabilidad sobre la posible causa o autoría de estos incendios queda en suspenso, esperando que una vez más, el paso del tiempo atenúe la amarga sensación que produce ver como el verde gallego se tiñe de negro.