La mimosa, conocida por su belleza y su llamativo color amarillo, está convirtiéndose en una preocupación creciente en los montes de la provincia Ourense. Esta planta, originaria de Australia, ha encontrado un hábitat propicio en nuestra provincia, donde se propaga rápidamente y desplaza a la flora autóctona.
Aunque su aspecto pueda resultar atractivo, la mimosa presenta graves riesgos para el ecosistema local. Su capacidad para colonizar terrenos dificulta el crecimiento de otras especies vegetales, provocando la pérdida de biodiversidad y alterando el equilibrio natural. Además, su sistema de raíces puede agotar los recursos hídricos del suelo, contribuyendo a la desertificación de áreas vulnerables.