La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil ha finalizado la restauración hidrológico-forestal de las zonas que fueron devastadas por los incendios del pasado verano en la comarca de Valdeorras, Carballeda, O Barco y Rubiá. La inversión del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico asciende a 148.000 euros. Estos trabajos atenuarán los efectos y la degradación de los hábitats quemados, que podrían haber sido irreparables con las intensas lluvias de los últimos meses. Durante más de tres meses, dos brigadas priorizaron la retirada de madera y tapones en zonas próximas a cascos urbanos con riesgo de inundación y de las cenizas en proximidades de captaciones de agua. También se realizó la tala, troceado, apilado y retirada de árboles caídos y se llevó a cabo un desbroce selectivo en las inmediaciones de infraestructuras de paso. Con estas medidas se busca despejar los cauces en lugares críticos y evitar la llegada de cenizas a los mismos, además de ayudar a la regeneración de los bosques de ribera y frenar la erosión y los arrastres a los ríos.