El escenario del Auditorio de Ourense acogió ayer un espectáculo protagonizado por los concejales del Ayuntamiento de Ourense. Y no es que nuestros políticos usaran tan ilustre lugar para mostrar sus dotes de diálogo y buen hacer sobre las tablas, sino que se encargaron de defender sus posiciones de forma vehemente, por decirlo de forma suave.
Tal fue la «pasión» con la que defendieron sus posturas, que no dudaron en insultarse, amenazarse y levantar el dedo para hacer lo que vulgarmente se conoce como una popular «peineta». Su autor, el concejal de DO Telmo Ucha, el destinatario del tal gesto: el socialista ourensano Rafa Villarino.
Ante tal agravio el socialista le reprochó su «mala educación» al tiempo que le invitaba a una conversación posterior: «Se quere dicirme algo, dígamo despois»
Entre los espectadores como en cualquier actuación, había algunos a los que les hacía mucha gracia, como es el caso del alcalde Jácome u otros que lamentaban la «bochornosa» situación que se había generado.
Tal fue la tensión vivida que la policía local hizo acto de presencia en el escenario en donde se encontraba el alcalde con sus concejales por aquello de «calmar las aguas» si hiciera falta.
El grupo socialista finalmente decidió abandonar el pleno ante lo que consideran «intolerables descalificacións e ameazas do goberno local»; denuncian la actitud cómplice del PP y le preguntan si van a volver a ser colaboradores necesarios del «matonismo» y el «carrusel de insultos de Jácome»
En un comunicado oficial los socialistas piden al ejecutivo local que ese retracte y pida una disculpa pública a raíz de los comentarios y gestos denigrantes proferidos por el alcalde y el concejal Telmo Ucha. «Ucha faltoulle ao respecto a Rafa Villarino cun corte de manda, e o alcalde riulle a gracia, algo totalmente inadmisible. O principal deber dun alcalde é defender e garantir o respecto e a dignidade da cidade e daqueles que a representan»
