Pues parece que el verano se presenta movidito. Si ya tenemos problema en la cola del súper para comprar la mortadela, no les quiero contar lo que sucederá en la playa en pleno mes de agosto. Y es que lo de esperar, es virtud que pocos saben cultivar.
Pedir cita: esto es lo que se le ha ocurrido a la Xunta de Galicia para regular el acceso a los areneros gallegos durante este verano. Con el virus del COVID-19 flotando en el ambiente, eso de extender la toalla al borde del mar va camino de convertirse en toda una proeza.
Para reservar cita, se habilitará una plataforma a través de la cual se solicitará una acreditación para la playa deseada, en la fecha que le indiquemos. Habrá que entrenar los dedos para ser los más rápidos con el teclado y es que conseguir una plaza un sábado o domingo en pleno verano, va a ser más que complicado. Una vez conseguido, a la entrada de la playa se controlará el acceso a un determinado cupo de personas que aún está por determinar.
De momento es tan sólo una propuesta de la Xunta; cada Concello, que tiene la competencia sobre sus playas, decidirá si acogerse o no.