La Guardia Civil detuvo ayer jueves a un motorista que circulaba por la A-52 a 216 km/h. El máximo permitido en esa vía es de 120 km/h, cifra superada con creces por el conductor de la moto.
La Guardia Civil abrió al motero un atestado en calidad de investigado por un delito contra la seguridad vial. Se le podría acabar retirando el carnet de conducir por más de un año e incluso no se descarta que pudiera entrar en prisión.