La confederación Hidrográfica del MIño-Sil (CHMS), celebraba en el día de ayer la VII reunión de la Oficina/Mesa Técnica de la Sequía de la CH Miño-Sil, constituida el pasado mes de febrero.
Según los datos manejados por la Confederación, «las precipitaciones registradas durante el presente año hidrológico es un 41,8 % inferior a la media histórica; los embalses se encuentran al 51,30% de su capacidad, lo que supone un 18,17% inferior al promedio histórico y los caudales circulantes un 40,1% inferiores a los habituales para esta época del año.
Una vez analizados todos parámetros, atendiendo al PES – Plan Especial de Sequía-, los escenarios actuales son de normalidad tanto en el Miño Alto como en el Baixo Miño, de Prealerta en la cuenca del Sil Superior e Inferior y de Alerta en las cuencas de los ríos Cabe y Limia. Hay que destacar que estamos ante el año hidrológico más seco de la serie histórica, si bien, similares al actual en, 2002, 2005, 2011, 2012 y 2017, lo que evidencia los efectos adversos del cambio climático.
Ante esta situación las CHMS ha dado una serie de recomendaciones a los Ayuntamientos con el fin de hacer un uso sostenible del agua y la aplicación de medidas de ahorro:
- Evitar el baldeo de calles, el riego de jardines y campos de deportes
- Eliminación de fuentes.
- Valoración de la necesidad de llevar a cabo restricciones horarias del agua.
- Remisión de escritos al resto de usuarios del agua, como Comunidades de Regantes o empresas hidroeléctricas, instándoles a ejecutar acciones que mejoren la eficiencia en la utilización de este recurso.
Debido a la situación de Alerta que se repite en los ríos Cabe y Limia, se pedirá a los Ayuntamientos de la zona que sean más estrictos con las medidas de ahorro, destinándose el agua solo al uso de la básico; se pide además que sean más vigilantes con el cumplimiento de las recomendaciones, así como la publicación de bandos sobre el uso del agua.
Ante la previsión de que esta situación de sequía se prolongue durante los próximos meses, la CHMS entiende que es imprescindible que además de la adopción de esas medidas, se conciencia al ciudadano de que estamos ante un recurso limitado, necesario y dependiente de las condiciones climáticas.