Momentos de tensión, los que se vivieron ayer en el Pleno de la Diputación de Ourense cuando se debatía la moción presentada por el Grupo Socialista en la que se solicitaba al gobierno provincial que retirara de sus concellos toda la simbología franquista que aún perdura.
Una moción que fue defendida por Rafa Villarino, en un momento en el que el PP no ve con buenos ojos ni los buenos días del socialista. Villarino aseguró que las peticiones de los socialistas son asumibles y proclamó la necesario unión de todos los grupos políticos con el fin de que se vuelvan a repetir y sobre todo para honrar a las personas que padecieron estos terribles hechos. Aseguró que se está hablando de la dignidad de muchos vecinos y vecinas.
En la moción se pedía además, la retirada de las subvenciones a aquellos concellos, asociaciones o entidades que mantengan simbología franquista o fascista, incumpliendo la legislación sobre memoria histórica y democrática.
La calificada por los socialistas como «tránsfuga», Montse Lama fue una de las que defendió su postura con mayor vehemencia, llegando a tildar a Villarino de fascista por remover la historia: «usted es un ejemplo de fascismo por sacar un tema que hay que enterrar de una puñetera vez»; Tachó la moción de «estúpida e insensata».
Uno de los puntos de la moción pedía que la Diputación negase subvenciones a los Concellos que incumplan la Ley de Memoria Histórica no retirando la simbología, algo que fue tachado de excesivo por algunos de los que dieron su voto favorable a la moción por castigar en última instancia a los vecinos por la inactividad de sus gobiernos municipales.
A pesar del voto favorable del PSOE, de BNG y la abstención de DO, los votos en contra lograron frenar esta iniciativa.