El grupo municipal socialista de Ourense ha denunciado lo que describen como una «prueba de obstáculos continua» tanto para peatones como para vehículos en el centro de la ciudad. Un ejemplo es la obra en la calle Celso Emilio Ferreiro, la cual quedó intransitable en su tramo inferior tras una tormenta, y lleva más de dos meses en proceso de reparación. Esta situación se suma a otras obras en el centro de la ciudad.
El concejal socialista José Ángel Vázquez Barquero ha calificado al alcalde Jácome como el responsable del «caos y la improvisación» que prevalece en la ciudad. Las obras en la calle Celso Emilio Ferreiro, que comenzaron hace más de dos meses, han dejado a los ciudadanos en un estado de incertidumbre. Se hace imposible predecir cuándo se reabrirá la calle, y esta situación ha generado incomodidades tanto para los turistas como para los residentes.
La avenida da Habana también está en el foco de atención, ya que permanecerá cerrada durante aproximadamente un mes debido a una actuación en un paso de peatones en la intersección con la calle Florentino López Cuevillas. Los socialistas critican este tipo de decisiones y destacan que las obras en la ciudad no solo generan ruido y caos en el tráfico, sino que también limitan el acceso a los domicilios de muchos ciudadanos.
El descontento no se limita solo a la calle Celso Emilio Ferreiro y la avenida da Habana. Los socialistas denuncian la falta de planificación en la remodelación de la zona alrededor del parque San Lázaro, en la que se ha priorizado el asfaltado para vehículos en lugar de la comodidad de los peatones. Esto no solo aumenta la temperatura en la ciudad, sino que también afecta a la movilidad de los residentes al cambiar las rutas de autobús.
El grupo municipal socialista advierte que estas obras son solo un ejemplo más de la falta de planificación del alcalde Jácome, lo que genera malestar entre los ciudadanos y caos en la ciudad. También señalan que estas decisiones ignoran la necesidad de abordar el cambio climático y las altas temperaturas que se esperan en los próximos años. En resumen, el descontento es palpable y los socialistas instan a una planificación más coherente y considerada para el bienestar de la ciudad y sus habitantes.