Después de que la Diputación rechazara la idea de que la antigua cárcel de la Calle Progreso se convirtiera en su nueva sede, el alcalde de Ourense ha anunciado que ofrecerá dicho inmueble a la UNED para que acoja sus instalaciones.
El inmueble que es de titularidad municipal, se encuentra actualmente abandonado por lo que se pretende que tras su rehabilitación, su ocupación contribuya a dinamizar el contorno en el que se encuentra. Para ello, desde el consistorio se tienen previsto convocar una reunión del Consorcio de la UNED para trasladar esta propuesta; Jácome ha anunciado que ya está encargada la redacción de un anteproyectos para su rehabilitación con lo que solo quedaría determinar la finalidad que se le dará a dicho inmueble. En el caso de que la UNED desestime su propuesta no descarta que el edificio se destine a albergar oficinas municipales.
La idea de convertirlo en un hotel-balneario, se rechazó, según informó el alcalde por sus reducidas dimensiones.