El agua sigue brotando en la Fonte de O Corgo, nombre con el que se conocía este manantial situada en el antiguo pueblo de Aceredo. Sin duda una de las imágenes más espectaculares de estas ruinas es ver como el tiempo parece haberse detenido para este manantial que ha pasado sumergido en las aguas del río Limia la mayor parte de los últimos 30 años. A pesar de las altas temperaturas que reinan en la provincia y que el embalse presenta un alarmante bajo nivel de agua el caudal de la fuente no parece haberse visto afectado.
Un agua cristalina que al tocarla sorprende por la frescura que mantiene. Al final la naturaleza demuestra que sigue su curso al margen de los humanos.