Parece ser que lanzar dos vagones descarrilados en la zona al Río Sil, es la mejor opción que han encontrado desde la administración para poner fin a las consecuencias del descarrilamiento que se produjo el pasado 28 de julio.
El tren que se dirigía a una cementera en León, descarriló dejando dos vagones en la zona de Sobradelo próxima al río. Ahora, los colectivos ecologistas, denuncian el abandono que se ha hecho de los trenes, haciendo que acaben como una basura más a las orillas del Río.
Por este motivo, han decidido presentar una denuncia ante el Seprona por lo que consideran una dejadez por parte de los responsables de su retirada, ya que existían otras alternativas más apropiadas para que no quedara la huella del accidente en el río.
Denuncian que una vez más la Administración de un mal ejemplo a los ciudadanos, haciendo lo que ellos precisamente piden a los demás que no se haga: dañar el medio ambiente.