En las últimas semanas una de las esculturas más carismáticas de la ciudad era retirada para someterse a labores de conservación. Las inclemencias del tiempo y los malos usos a los que era sometida por parte de los visitantes la vaca de la Plaza de Paz Nóvoa, hizo necesario que su propio autor, Leandro Sánchez, se encargara de las labores de reparación y conservación.
Durante el día de ayer varios operarios se encargaron de devolverla a su «habitat natural» tras pasar una ITV intensiva. Ahora, Popy, como se llama la ilustre vaca, luce unos llamativos colores que harán que no pase desapercibida.
La bancada que recorre la plaza también ha sido sometida a un notable cambio y a un proceso de conservación que prolongará su vida.
Esta obra fue una donación de la Fundación Cum Laude a la ciudad de Ourense, está dedicada a la juventud, con la idea de mostrar una visión moderna y diferenciada.