La Asociación de Médicos Gallegos (Asomega) y la Sociedad Española de Medicina General y de Familia (SEMG), en colaboración con los Laboratorios Bial celebraron en la mañana de ayer el acto de entrega de la I Beca de Medicina Rural. En el acto, celebrado en la sede del Colegio de Médicos de Ourense se hizo entrega del premio a la Doctora Cristina Margusino, jefa del Equipo de Atención Primaria de Xinzo da Limia.
El proyecto de intervención comunitaria, llevada a cabo por la doctora Margusino, centrada en la organización de jornadas de coordinación entre agentes sociosanitarios y la población del área, fue merecedor de un reconocimiento consistente en un diploma y 6.000€.
En su discurso de agradecimiento, la premiada destacó cuales fueron las principales áreas de actuación de su trabajo: «desde el equipo de AP decidimos impulsar estas jornadas con todos los agentes sanitarios dela comarco y por supuesto con los pacientes y familiares… los equipos de AP debemos reorientarnos e innovar, y detectar los problemas de salud de nuestra comunidad»
Margusino aprovechó su intervención para destacar que «el envejecimiento y el aislamiento crean desigualdades en una atención que debería ser universal. Debe ser prioritario promover la salud y la equidad en la atención a los pacientes en zonas rurales, ser pocos no significa tener menos derechos»
El acto presidido por Miguel Santalices, Presidente del Parlamento gallego, contó con la presencia del Conselleiro de Sanidad, Julio García Comesaña. En el mismo se hizo entrega de un diploma y mención honorífica a Ana Bello Souto, de AP de Lugo por su trabajo sobre educación en autocuidado para personas con cuadros de dolor crónico musculoesquelético de entre 45-65 años en el ámbito rural de un ayuntamiento de la provincia de Lugo. En su intervención manifestó que la Atención Primaria «lucha día a día, a pesar de que en ocasiones «está un poco desanimada, decepcionada porque no es siempre una prioridad de nuestros gobernantes». Criticó además «las inversiones millonarias en sofisticadas tecnologías hospitalarias», olvidándose del capital humano que acompaña a los pacientes.