Situada en la Calle Villar número 18, Confecciones M. Tesouro resiste el paso del tiempo. Fundada hace 75 años por un matrimonio, en sus inicios fue una tienda de piñas y «carqueixa» para encender la lumbre. Era atendida cada día por Manuela, abuela de la actual propietaria.
Mientras Manuela estaba tras el mostrador, su marido comenzó a vender ropa por las ferias. Poco a poco, la ropa iría ocupando más espacio en la tienda, hasta convertirse en lo que es actualmente: una mercería en la que encuentras las prendas de toda la vida.
El yerno del matrimonio, ya jubilado, suele pasar por la tienda a menudo; preguntado por si habrá quien continúe con el negocio comenta que su hija que tiene dos niños ha cogido el testigo. «Hoy no hay otra cosa», dice con una mezcla de resignación y orgullo.
Mientras charlamos, a nuestro lado pasa la única empleada: una atenta joven que se esmera en atender a los clientes que se acercan hasta el local.
75 años después, M.Tesouro sigue siendo un ejemplo vivo del comercio más tradicional de nuestra ciudad. Ojalá lo siga siendo por muchos años más.