El inicio del nuevo curso escolar en la provincia de Ourense se caracteriza por un preocupante recorte en las aulas y puestos de trabajo en los centros públicos de educación infantil y primaria. La noticia más alarmante es la desaparición de 9 aulas y la eliminación de 11 puestos de trabajo en esta etapa educativa. Estos números se suman a la lamentable estadística de 54 aulas y 72 puestos de trabajo estructurales perdidos en toda la comunidad gallega.
Lo que sorprende es que las aulas cerradas no se concentran únicamente en zonas rurales, como se podría suponer inicialmente, sino que afectan también a áreas urbanas, incluyendo la capital provincial y algunas de las principales localidades de la provincia.
Los centros afectados incluyen:
- CEIP Padre Feijoo (Allariz): se cerró un aula de infantil y se eliminó un puesto de trabajo de Educación Infantil.
- CEIP San Salvador (Arnoia): se cerró un aula de infantil y se eliminó un puesto de trabajo de Educación Infantil.
- CEIP Filomena Dato (Barbadás): se cerró un aula de infantil y se eliminaron dos puestos de trabajo de Educación Infantil.
- CEIP Calvo Sotelo (O Carballiño): se cerró un aula de infantil y se eliminó un puesto de trabajo de Educación Infantil.
- CEIP Irmáns Villar (Ourense): se suprimieron dos puestos de trabajo de Pedagogía Terapéutica (Educación Especial).
- CEIP A Ponte (Ourense): se cerró un aula de infantil y se eliminaron dos puestos de trabajo de Educación Infantil.
- CEIP Prácticas (Ourense): se cerró un aula de infantil y se eliminó un puesto de trabajo de Educación Infantil.
- CEIP Ribadavia: se cerró un aula de primaria y se eliminó un puesto de trabajo de Educación Primaria.
- CEIP Princesa de España (Verín): se cerró un aula de primaria y se eliminaron dos puestos de trabajo (Educación Primaria y Educación Física).
- CEIP Rosalía de Castro (Xinzo de Limia): se cerró un aula de primaria y se eliminó un puesto de trabajo de Educación Primaria.
Este proceso de cierre de aulas es una tendencia que se ha venido observando durante varios años y que fue denunciada en ocasiones anteriores. Lo preocupante es que el declive demográfico ya no se limita a las áreas rurales, ya que el cierre de aulas es más acentuado en entornos urbanos. De las 9 aulas cerradas este año en la provincia, solo 1 corresponde a una zona predominantemente rural (la de infantil en Arnoia), mientras que el resto se encuentran en la ciudad y en algunas de las principales localidades de la provincia.
Un aspecto destacable es que este proceso de cierre de aulas no se refleja de la misma manera en la red de escuelas concertadas, que mantienen las mismas unidades que tenían anteriormente. Esto plantea una cuestión de equidad, ya que los efectos del declive demográfico parecen recaer exclusivamente en la educación pública, mientras que la red concertada permanece inalterada. Desde CCOO se demanda una racionalización de las aulas concertadas para que ambos sistemas educativos compartan la carga de este desafío demográfico.
En el contexto actual, CCOO propone una serie de medidas para mejorar la atención educativa individualizada de los estudiantes. Se destaca la reducción de la ratio alumno-profesor como una prioridad en las negociaciones. Además, se aboga por recuperar las 18 horas lectivas en secundaria y las 21 horas en primaria, lo que permitiría dedicar más tiempo a la coordinación y dinamización de actividades educativas.
Otro punto importante es la activación del Acuerdo de Agrupamientos firmado por CCOO con el gobierno del PP en 2009, que establece límites máximos para las ratios en aulas con estudiantes de diferentes niveles o etapas educativas. Esto garantizaría una mejor atención en los centros donde se agrupa a estudiantes de diferentes niveles.
Además de las cuestiones académicas, se plantea la necesidad de reducir la carga burocrática que enfrentan los docentes, permitiéndoles dedicar más tiempo a tareas educativas fundamentales.
Si la Consellería de Educación no aborda estas cuestiones, desde CCOO se advierte que iniciará movilizaciones del profesorado.
Otro tema relevante en el inicio del curso es la cuestión de la voluntariedad en el período de adaptación del alumnado de Educación Infantil de 3 años. CCOO se opone firmemente a esta medida, argumentando que contrapone el derecho del niño a una adaptación gradual en el centro educativo con la necesidad de conciliación laboral de los padres, y que negar la importancia de esta herramienta pedagógica es un error.
Finalmente, se destaca la importancia de incrementar los complementos económicos para los equipos directivos y responsables de centros con menos de 3 unidades, ya que las actuales remuneraciones no se ajustan a la responsabilidad que asumen.
En resumen, el nuevo curso escolar en Ourense enfrenta desafíos significativos en términos de cierre de aulas y pérdida de puestos de trabajo en la educación pública. Las demandas sindicales se centran en mejorar la atención educativa, reducir las ratios, y garantizar una distribución equitativa de los efectos del declive demográfico entre la educación pública y la concertada. Además, se plantean preocupaciones sobre la voluntariedad en la adaptación de los niños y la carga burocrática de los docentes. La situación requiere una atención urgente por parte de las autoridades educativas para garantizar una educación de calidad en la provincia de Ourense.
