Hace unos días la Xunta y el Gobierno Central acordaban retrasar la candidatura de la Ribeira Sacra al menos un año. Tras esta decisión, está el informe que Icomos (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios) emitía advirtiendo de que era necesaria un mejor justificación de la documentación presentada.
En ella señalaban como puntos en contra de esta candidatura la existencia injustificada de muchos embalses en los cañones al tiempo que ponían también el acento en agresiones al medio ambiente que de forma manifiesta dañan el entorno. Entre ellas canteras a cielo abierto o reforestaciones tras los incendios con especies arbóreas no autóctonas.
No hay que olvidar tampoco que estas centrales eléctricas con el amparo del gobierno gallego y la oposición expresa de los grupos ecologistas fueron sometidas a grandes renovaciones lo que supuso en muchas ocasiones el vaciado el cauce del río o la destrucción de la montaña.
En dicho informe también se recoge la existencia de antiguos monasterios que han sido desacralizados, como es el caso del Monasterio de San Estevo de Ribas de Sil, ahora convertido en parador turístico. Teniendo en cuenta que lleva el nombre de Ribeira Sacra, dice el informe, deberá justificarse mejor el hecho de que se hayan desacralizado.
De momento la candidatura se mantiene, pero no será previsiblemente hasta 2024 cuando se vuelva a presentar. Desde la Xunta se ve esta situación como «una oportunidad para reforzar la candidatura».
