Durante el día de ayer se sentaba en el banquillo de los acusados, el hombre al que se le imputa el atropello de una mujer la madrugada del 5 de junio de 2017.
La víctima tuvo que ser sometida a numerosas intervenciones quirúrgicas, que le obligaron a permanecer ingresada 330 días. A día de hoy, como manifestaron sus familiares sufre numerosas secuelas como consecuencia del atropello.
El acusado que triplicaba la tasa de alcoholemia permitida en el momento que sucedieron los hechos, se marchó del escenario del atropello manifestando que tenía que ir al baño.
La vista tuvo que se suspendida al no poderse realizar la declaración del único testigo aportado por el acusado. Hasta el 22 de abril no está previsto que se reanude.