El mejor regalo que podemos hacerle a la naturaleza es no dejar rastro de nuestro paso por ella, algo que algunas personas se empeñan en no seguir. Es el caso de un lugar especialmente bonito, A Pena dos Namorados, situado en en el paseo fluvial del Río Arenteiro en O Carballiño que sufre las declaraciones de amor por escrito de algunos de sus visitantes.
La historia vincula este lugar a la leyenda de un joven llamado Boán y de su enamorada Marta, que tras beber una pócima de amor encargada por el joven a una sacerdotisa, se suicidó lanzándose desde ese preciso lugar. Un lugar que ha sido rehabilitado, luciendo una escalinata a través de la cual se puede acceder hasta la roca. Una oportunidad que muchos han aprovechado para dejar todo tipo de pintadas en las barandillas y en la base de la piedra.