El puerto de Beirut se sumía en el caos, tras la terrible explosión que se resgistraba en la tarde de ayer, martes. Con las operaciones de búsqueda y rescate de víctimas todavía abiertas, de momento el balance es terrible: unas 4.000 personas heridas y alrededor de 100 han perdido la vida.
La onda expansiva, visible desde todos los puntos de la ciudad dejó a su paso edificios completamente derribados y calles destruidas en varios kilómetros a la redonda.
El suceso se habría producido en un almacén de productos explosivos situado en el puerto de la capital del Líbano. Las autoridades libanesas no se atreven todavía a dar una causa de lo sucedido. El primer ministro ha declarado que las explosiones se produjeron al detonarse, tras un incendio, 2.750 toneladas de nitrato de amonio que habían sido confiscadas hace unos años.
A menos de tres días para que el Tribunal Especial para Líbano de la Haya, dicte sentencia por el asesinado del primer ministro Hariri en 2005 con un coche bomba, los diplomáticos europeos con sede en Beirut no descartan que el suceso haya sido causado por el impacto de un misil. El hecho de que la explosión se haya producido cerca de la residencia de los Hariri, hace pensar que podría ser un acto intencionado.
