Aunque el titular puede llevar a equívocos, el protagonista del mismo es un varón de 44 años y no un adolescente. Hasta en dos ocasiones acudió a la sede de la Policía Local en Vigo, para intentar quedarse detenido. En la primera de ellas dijo estar contagiado por el COVID-19, pero tras ser examinado por los médicos, le pidieron que regresara a su casa.
Poco duro la calma, pues un par de horas más tarde, volvió a solicitar su detención manifestando estar indignado ante la situación de tener que compartir confinamiento con su madre.
No sabemos si a estas altura el hombre ya habrá asimilado la situación.