Como cada primero domingo de mes, la feria de las antigüedades de Ourense reunió a vendedores y compradores de objetos antiguos. Libros, menaje de cocina, juguetes, herramientas, cuadros y un sin fin de objetos podían verse en los puestos repartidos en los alrededores de la Plaza Mayor.
Una mañana la de ayer en la que los vendedores se mostraron satisfechos por la gran afluencia de público, lo que redundó en una buena mañana de ventas.
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Fotos: Lucas IC