Un vecino de la ciudad nos traslada su malestar por la situación que día a día vive en los alrededores del Parque de San Lázaro. Una zona de recreo y esparcimiento que en su opinión se ha visto invadida por las mesas de los negocios de hostelería, las motos del burguer y los rastros que estos vehículos dejan en las aceras.
Los bancos repartidos a lo largo de la calle, a la vista de las fotografías aportadas, no es que queden al servicio de los transeúntes, sino más bien de los clientes del burguer que se acercan hasta el local.
Una situación donde pide que los responsables del local solucionen de la mejor forma posible, consiguiendo una buena convivencia entre sus intereses y los de los ourensanos de a pie.