En los alrededores del Burger King y del McDonald’s de O Fonsillón, la falta de civismo alcanza límites vergonzosos. Hay clientes de estos dos restaurantes que optan por llevarse su comida para consumirla en sus coches en las cercanías, pero la desoladora realidad es que, al finalizar, abandonan bolsas y restos en las cunetas que rodean la zona.
No es raro ver en los caminos que llevan a O Fonsillón, tal y como se ve en las imágenes, basura de desechos de estos dos restaurantes. Esta conducta irresponsable de algunos ciudadanos convierte el entorno en un vertedero improvisado, afectando a los vecinos y también a la imagen de la zona.
La culpa claramente no recae en los restaurantes, sino en individuos incívicos que, inexplicablemente, no tienen el cerebro suficiente para depositar su basura en los contenedores adecuados, dejando un lamentable rastro de irresponsabilidad a su paso.