La calidad de los alimentos puede describirse atendiendo a cinco componentes principales, estos son:
1.-ASPECTOS DE HIGIENE: los alimentos deben ser seguros y no provocar o transmitir enfermedades.
2.-ASPECTOS NUTRICIONALES: deben proporcionar nutrientes de forma equilibrada y suficiente sin excesos o, de lo contrario, las cantidades a ingerir deben limitarse a mínimos.
3.-ASPECTOS CULINARIOS: La preparación de los alimentos para ser consumidos es un arte. Los hace apetecibles y deben también contribuir a la salud de los consumidores.
4.- SOSTENIBILIDAD: el sistema de producción de los alimentos debe ser respetuoso con el medioambiente. ¿sabemos en realidad como se producen los alimentos y cuantos recursos naturales consumen?
5.- PRECIO: debe estar condicionado por un equilibrio de los cuatro puntos anteriores.
Sólo el primer aspecto está en gran medida controlado por la autoridad sanitaria.
Sin embargo, los aspectos nutricionales sólo hay que declararos a través de la información al consumidor, p.e. etiquetado de los alimentos, sin más. Quizás dentro de unos años pueda informarse a los consumidores de un “semáforo nutricional” que nos oriente.
Los consumidores tendremos mucho más difícil aplicar un sistema similar al anterior que nos oriente sobre el sistema de producción de los alimentos. Un “semáforo de sostenibilidad” nos daría muchas sorpresas, según la FAO, producir un Kilogramo de carne necesita entre 5.000 y 20.000 litros de agua. Producir un kilogramo de cereal entre 400 y 4000 litros de agua, 35 litros para una taza de Té.
Seguramente un kilogramo de carne blanca cumpliría los aspectos de higiene, nutricional, culinario si se prepara correctamente y el precio. Si embargo en “sostenibilidad” llevaría un suspenso rotundo.
Los consumidores tenemos en nuestras manos restablecer el equilibrio de los aspectos que definen un alimento.
CA Carro
Experto en seguridad alimentaria
