Nos envían estas fotos desde A Valenzá, donde queda claro lo «empáticos» que pueden llegar a ser algunos conductores. Posiblemente a este paso, lo de aparcar mal podría llegar a ser deporte olímpico algún día. En este caso, el conductor o conductora de este Citroën seguramente se llevaría una medalla, viendo la cantidad de normas que logra infringir de una sola vez.
Podemos observar que ha estacionado encima de un paso de cebra, además de en una línea amarilla. Por si fuera poco, no ha dudado en apoyar su coche contra el Renault Clio que tiene delante. Vamos, todo un cúmulo de virtudes a la hora de aparcar.