Renovarse o morir…. cuestión aplicada también por lo que se ve, a las estufas. Aunque el frío todavía no apremia en Ourense, las familias van pensando en renovar sus imprescindibles de cada invierno.
Esta estufa de butano ha llegado al fin de sus días después de largas décadas de servicio y antes de que el toro coja por los cuernos a sus dueños, le han robado su lugar en casa. Seguramente para ella ya haya sustituta.
¿Quién no ha olido o más bien padecido, el particular olor que desprendían? Un clásico en la casa del pueblo cuando la cocina de leña no alcanzaba para caldear la casa en los duros inviernos ourensanos.