¡Desaparece en la calle Progreso un estrecho edificio para dar paso a un magnífico, espectacular y colosal estrecho edificio! (un poco exagerado, la vedad) ¡Vaya evolución arquitectónica! ¿Quién necesita espacio o variedad cuando podemos tener más estrechez concentrada en un solo lugar? Es simplemente genial cómo logramos superar los límites de lo posible y convertir algo pequeño en algo todavía más pequeño, pero más alto.