Pocas son las cabinas telefónicas que van quedando en las calles de las ciudades, mucho menos en los pueblos. Una de ellas la encontramos en la tarde de ayer en en Pumares, un pueblo perteneciente al Concello de Baños de Molgas.
El hallazgo nos sirvió para explicar a los más pequeños cual era su utilidad; preguntados por su función alguno contestó que era para inflar las ruedas de los coches y otra le vio más pinta de pararrayos. Un elemento arquitectónico urbano que casi podría ser considerado hoy en día como pieza de museo.